“NOS ESTÁN MATANDO A LOS CABALLOS”: FAMILIAS RURALES EXIGEN CAMBIOS FRENTE AL PROTOCOLO DEL SAG POR ANEMIA INFECCIOSA EQUINA
En medio del dolor y la impotencia, cientos de familias
rurales en regiones como Maule, Ñuble, Biobío y La Araucanía alzan la voz
frente al impacto devastador que ha provocado la aplicación del protocolo
sanitario del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), que ordena la eutanasia
inmediata de equinos diagnosticados con Anemia Infecciosa Equina (AIE),
enfermedad viral incurable pero controlable.
Desde que en febrero de 2025 el SAG decretara emergencia
zoosanitaria, se han multiplicado las denuncias de propietarios que afirman no
haber tenido acceso a segundas muestras ni explicaciones claras sobre los
resultados. Acusan una falta de transparencia y empatía, y relatan cómo la
pérdida de sus animales no solo afecta su economía, sino también su vida
emocional, cultural y familiar.
En San Javier, la familia Arévalo vio cómo su caballo
“Miguelito”, de solo cuatro años, fue sacrificado a pesar de contar con un test
negativo emitido por una clínica veterinaria. En Maule, la familia Leiva sufrió
la pérdida de dos caballos en un procedimiento que describen como “cruel e
inhumano”. En Villa Alegre, un corral quedó en cuarentena por más de cuatro
meses, perdiendo más de la mitad de sus caballos y sin poder generar ingresos.
Frente a este drama humano, el diputado Hugo Rey ofició al
Ministerio de Agricultura solicitando respuestas claras, proponiendo el
desarrollo de una vacuna, protocolos de aislamiento y apelación, y
compensaciones para los afectados. Además, diversos territorios rurales han
levantado un petitorio que exige medidas concretas y urgentes para frenar lo
que consideran una tragedia evitable.
“No pedimos impunidad, pedimos ciencia, dignidad y respeto
por quienes vivimos con y para nuestros caballos”, señala uno de los dirigentes
rurales. Para muchos, lo que está en juego no es solo el control de una
enfermedad, sino el alma misma del campo chileno.
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