INIA CAUQUENES CELEBRA 100 AÑOS AL SERVICIO DE LA AGRICULTURA DE SECANO CON CIENCIA, INNOVACIÓN Y COMPROMISO TERRITORIAL

 

 




Con una programación que se extenderá durante todo el año, el Centro Experimental INIA Cauquenes conmemora su centenario como un referente nacional en investigación agropecuaria, celebrando 100 años de historia, ciencia e innovación al servicio de la agricultura de secano en Chile.

Fundado en 1925 como Estación Experimental del Ministerio de Agricultura y parte del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) desde 1964, el centro ha sido clave en el desarrollo de soluciones productivas para enfrentar los desafíos de las zonas secas del país, desde el interior hasta la costa de la Región del Maule.

Las actividades de conmemoración contemplan seminarios técnicos, jornadas de campo, actividades educativas y un acto central que reunirá a autoridades, investigadores, agricultores y exfuncionarios que han sido parte de este legado.

“Este centenario es un hito que nos permite reflexionar sobre el legado de generaciones de investigadores, técnicos y productores que han trabajado unidos para hacer más sustentable y resiliente la agricultura de secano en Chile”, afirmó Carlos Furche, director nacional de INIA.

Ciencia con raíces en el territorio

A lo largo de su historia, INIA Cauquenes ha sido pionero en múltiples áreas: vitivinicultura, ganadería, mejoramiento forrajero, fruticultura adaptada al secano, conservación genética y desarrollo de sistemas silvopastorales. La seremi de Agricultura del Maule, Claudia Ramos, subrayó la conexión directa entre los agricultores y el equipo técnico del centro:

“Este centenario es el momento propicio para destacar la importancia de la investigación, la transferencia y extensión que hacen los profesionales de INIA con asesores técnicos y directamente con los propios agricultores”.

En el área vitivinícola, el centro ha continuado con la tradición que data del siglo XIX y hoy lidera programas de mejoramiento genético en vides adaptadas al cambio climático, además de apoyar a pequeños viñateros del secano.

En ganadería, INIA Cauquenes se ha destacado como núcleo genético en razas ovinas y ha impulsado investigaciones en sistemas silvopastorales con especies nativas como el espinal (Acacia caven), integrando sustentabilidad, productividad y biodiversidad.

El desarrollo de variedades forrajeras adaptadas a la escasez hídrica —como las hualputras Combarbalá-INIA y Cauquenes-INIA— y la introducción de especies como tréboles subterráneos y el tagasaste, han sido fundamentales para el fortalecimiento del rubro pecuario en zonas áridas.

Innovación en frutales y rescate del patrimonio genético

En fruticultura, más de 20 especies han sido evaluadas por su adaptabilidad al secano, destacando el olivo, pistacho, macadamia, murtilla y la frutilla nativa Fragaria chiloensis, con avances en propagación y conservación genética.

La directora regional de INIA Raihuén, Carmen Gloria Morales, enfatizó que este trabajo multidisciplinario permite mantener un compromiso constante con los territorios rurales:

“INIA Cauquenes sigue innovando para promover una agricultura más sustentable, resiliente y conectada con el territorio”.

Con esta conmemoración, INIA Cauquenes reafirma su rol histórico y actual en el desarrollo de una agricultura de secano más eficiente, sostenible y comprometida con las comunidades agrícolas del país.

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