Especialista de la Universidad de Talca explicó la relevancia de fomentar buenos hábitos desde temprana edad para asegurar una sonrisa saludable durante todo el año.
Estamos próximos al inicio del año escolar y las rutinas de
higiene son importantes para la salud bucal de los niños. Así lo indicó la
odontopediatra de la Universidad de Talca, Patricia Jiménez del Río, quien
subrayó que es vital dar el espacio necesario a los estudiantes para que se
cepillen los dientes durante la jornada escolar.
“En los niveles preescolares, los profesores y ayudantes
suelen llevar a los pequeños a lavarse los dientes. Sin embargo, en los cursos
superiores, esta rutina queda a merced de los estudiantes. Por ello, es crucial
que los padres les envíen con cepillo y pasta dental, e incentiven la creación
de grupos colaborativos entre amigos para que se recuerden mutuamente la
importancia de este hábito”, explicó.
Si los niños no tienen acceso fácil a un baño o cepillo de
dientes, la académica Jiménez del Río recomendó llevar siempre una botella de
agua, “ya que beber agua ayuda a limpiar los dientes y reducir la acidez en la
boca. Consumir frutas y verduras crujientes, como manzanas, apio y zanahorias,
también contribuye a la limpieza dental natural”.
No obstante, la odontopediatra destacó que es primordial que
las escuelas promuevan kioscos saludables que ofrezcan alimentos bajos en
azúcar y grasas saturadas. “La alimentación saludable es clave para mantener
una buena salud bucal. Los padres pueden enviar colaciones saludables, como
frutas frescas, frutos secos y alimentos caseros con bajo contenido de azúcar”,
indicó.
Entre los principales problemas dentales que pueden surgir
debido a una mala higiene bucal están la gingivitis, el sarro y las caries. Al
respecto, la experta enfatizó que una correcta técnica de cepillado puede
prevenir estos problemas. “La gingivitis, por ejemplo, se manifiesta con
inflamación y sangrado de encías, pero puede mejorar con un buen cepillado”,
precisó.
Para prevenir estos problemas, se recomienda que los niños
se cepillen los dientes al menos dos veces al día: después del desayuno y antes
de acostarse. Para aquellos con jornada escolar en la tarde, es fundamental el
cepillado después del almuerzo.
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