Semana Santa es fecha en la que los chilenos aumentan significativamente el consumo de pescados y mariscos. Si bien estos alimentos tienen un gran número de beneficios para el organismo, si no son manipulados, preparados y conservados de manera correcta se pueden producir molestias y peligrosas intoxicaciones.
En este
escenario, ¿cuáles son las precauciones que debemos tomar a la hora de comprar,
preparar y consumir pescados y mariscos?
Según el
ministerio de salud, se debe evitar el consumo de productos crudos y
mantenerlos refrigerados.
“Semana
Santa siempre se ha caracterizado por el alto consumo de pescados y mariscos.
Sin embargo, en esta fecha también es posible observar un aumento en el número
de personas intoxicadas por el consumo de estos alimentos. Para evitar estas
intoxicaciones es recomendable consumir estos productos cocidos y que en su
transporte y conservación se haya mantenido la cadena de frío, esto debido a que
bacterias que producen toxinas proliferan en la carne de los pescados si éstos
no han sido conservados en frío o toxinas presentes en las algas proliferan en
los mariscos bivalvos”, explican.
En esta
misma línea, los especialistas agregan que “las intoxicaciones por el Vibrio
Parahemolítico han disminuido mucho en Chile ya que se conoce su mecanismo de
transmisión que es principalmente por el consumo de mariscos crudos o mal
cocidos y por contaminación cruzada, es decir, manipulación incorrecta de
mariscos. Por ello, la principal recomendación es siempre cocinar estos
alimentos”.
¿Y al comprar? entregan una lista de
recomendaciones a seguir a la hora de seleccionar los productos marinos.
Elegir
productos conservados en abundante hielo.
Pescados y
mariscos congelados no deben tener aspecto o aroma desagradable.
La carne
debe esta firme y elástica.
Las escamas
deben estar bien adheridas al cuerpo y brillantes.
Los mariscos
se deben cerrar al tacto, eso indica que están vivos y por ende en buen estado.
¿Cómo distinguir
una intoxicación? Las intoxicaciones alimenticias presentan diversos síntomas,
entre los que se encuentran: náuseas, vómitos, dolor abdominal, diarrea,
cefalea, fiebre y en casos más graves puede incluir enrojecimiento de la piel y
problemas para respirar.
“En caso de
presentar síntomas de intoxicación se debe acudir a un centro médico para que
entreguen el tratamiento más adecuado al cuadro clínico que se presenta
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