Investigación de la Universidad de Talca analizó a más de
850 adultos mayores por año en 15 Centros Diurnos del SENAMA en la región del
Maule, evidenciando avances en funcionalidad, bienestar emocional y percepción
de calidad de vida.
“Llegué al centro diurno en un momento difícil, estaba con
mucha angustia y me sentía sola. Acá me relajo, me río, participamos de
talleres, compartimos como una familia y eso me ha ayudado mucho a sentirme
mejor. Desde entonces no falto”, expresó Florisa Rojas Guajardo, usuaria del
Centro Diurno de Pencahue.
Así como Florisa, cientos de personas mayores en la Región
del Maule participan de estos espacios de apoyo social y acompañamiento
orientados a personas que presentan algún grado de deterioro leve, con el
objetivo de mantener o mejorar su condición y evitar un mayor deterioro
funcional y cognitivo. Las intervenciones duran alrededor de seis meses durante
los cuales las personas mayores participan en talleres y actividades guiadas
por equipos profesionales, entre ellos kinesiólogos, psicólogos, terapeutas ocupacionales
y técnicos en enfermería, lo que incide directamente en su bienestar y
autonomía.
“Estos centros funcionan como un espacio integral, donde no
solo se trabaja la actividad física, sino también la estimulación cognitiva, la
salud mental y las relaciones sociales, lo que permite abordar el
envejecimiento de manera multidimensional”, detalló Iván Palomo, director del
Centro de Longevidad Vitalis de la Universidad de Talca, quien lideró en
colaboración con Senama de la Región del Maule una investigación que analizó a
usuarios de 15 Centros Diurnos de Adultos Mayores (CEDIAM) entre 2022 y 2024,
evaluando su funcionalidad, salud mental y calidad de vida antes y después de
la intervención.
De acuerdo con los resultados de la investigación, cerca del
80% de las personas mayores que asisten a los Centros Diurnos del Maule son
mujeres y aproximadamente un 75% reside en zonas urbanas. El estudio identificó
que alrededor de un 35% presenta riesgo de caídas y que entre un 25% y 30%
muestra sospecha de deterioro cognitivo, mientras que cerca de un 22% presenta
depresión establecida.
Al comparar las evaluaciones iniciales y finales realizadas
en 2022 y 2023, en una muestra que comprendió aproximadamente a 900 personas
mayores por año, el estudio evidenció mejoras significativas, en funcionalidad,
salud mental y calidad de vida de las personas mayores usuarias de los Centros
Diurnos del Maule. “Sin duda estos
espacios mejoran la calidad de vida de las personas mayores. Este es el primer
estudio regional que analiza todos los centros del Maule y muestra que vale la
pena fortalecerlos”, recalcó el director del Centro de Longevidad Vitalis.
“La investigación es muy relevante porque nos permite
caracterizar a las personas mayores, medir el impacto y mejorar los componentes
de la política pública de Centros Diurnos. Contar con estos datos nos ayuda a
demostrar cómo este programa impacta en la calidad de vida y el bienestar de
las personas mayores”, valoró Claudia Asmad, directora nacional del Senama.
Cabe destacar que, el estudio recomienda ampliar la
cobertura de los Centros Diurnos, especialmente en comunas con alto índice de
envejecimiento y en zonas rurales, además de fortalecer la participación
masculina. También plantea la necesidad de estandarizar las evaluaciones y
mejorar el registro de datos mediante una plataforma que permita optimizar esta
política pública.
“En la Región del Maule hemos pasado de siete centros en
2022 a 17 actualmente, lo que da cuenta del fortalecimiento de esta política
pública”, añadió la directora del Senama.
“Como universidad pública tenemos el deber de contribuir
desde la investigación y la vinculación con el medio, a comprender y enfrentar
los desafíos del envejecimiento. Estudios como este permiten generar
información clave para mejorar las políticas públicas y aportar al bienestar de
las personas mayores”, finalizó Luis Guzmán, decano de la Facultad de Ciencias
de la Salud UTalca.
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