Por años, los chanquinos miraron hacia afuera cuando llegaba septiembre. Las grandes celebraciones de Fiestas Patrias parecían estar en otras comunas del Maule, mientras en Chanco las ramadas se reducían a espacios improvisados, con servicios precarios y baja convocatoria. Aquella percepción comenzó a cambiar hace pocos años, cuando el municipio decidió apostar por un modelo distinto: uno que pusiera en el centro a las familias, la seguridad y la identidad local.
El primer intento fue modesto. En la Plaza de Armas, apenas con algunos toldos, artistas locales y un puñado de emprendedores que se atrevieron a participar. Pero esa edición marcó un giro. “Lo que hicimos fue atrevernos a soñar distinto. Queríamos una fiesta que nos devolviera el orgullo y que se viviera con tranquilidad y alegría. Esa convicción hizo que, poco a poco, los vecinos y emprendedores volvieran a creer en Chanco”, recuerda el alcalde Marcelo Waddington Guajardo.
En pocos años, la Fiesta de la Chilenidad se transformó en una de las más relevantes de la región. La Plaza de Armas comenzó a encarpase, se habilitaron cocinerías y ferias de emprendedores, y los espectáculos musicales ganaron protagonismo.
El 2025 fue el punto de consolidación: más de 25 mil personas asistieron a los cinco días de celebración, con shows de artistas nacionales como Leo Rey, Sonora Malecón, René Inostroza, El Clavel y Giolito y su Combo, además de agrupaciones locales y regionales.
“Hoy hay otra sensación. La gente habla de Chanco como un lugar al que hay que venir en Fiestas Patrias, y eso para nosotros es un reconocimiento enorme”, comenta Juana Palma, emprendedora gastronómica que ha participado desde los inicios de la feria.
El impacto económico es evidente. “Estos días nos permiten mantenernos durante varios meses. Pero además no es solo beneficio para nosotros, también ganan los hoteles, los restaurantes, los almacenes. Chanco entero se mueve”, señala Mirella Muñoz, emprendedora de Loanco.
Desde el municipio destacan este círculo virtuoso. “La familia disfruta, los emprendedores venden y la comuna proyecta una imagen positiva que nos llena de orgullo. Hoy nadie duda que la Fiesta de la Chilenidad es un referente en el Maule”, afirma el director de Desarrollo Comunitario, Luis Guzmán.
El éxito de la fiesta también se mide en otro ámbito: la seguridad. Por cuarto año consecutivo no se registraron incidentes. La general de Carabineros, Maureen Espinoza, incluso escogió Chanco para entregar el balance regional de Fiestas Patrias, destacando el orden, la organización y el carácter familiar de la celebración.
El alcalde lo resume así: “Cuando las familias saben que aquí pueden venir seguras, con servicios dignos y un ambiente de respeto, ahí está la verdadera transformación. Esa es nuestra mayor victoria como comunidad”.
El pasto ya no es más verde en el vecino
Durante mucho tiempo, en Chanco existía la sensación de que las grandes celebraciones, las obras importantes y las oportunidades siempre ocurrían en otras comunas. “Antes el pasto del vecino siempre parecía más verde. Nos comparábamos con Cauquenes, con Pelluhue, con otras ciudades de la región, y sentíamos que acá siempre nos quedábamos atrás”, recuerda Juana Palma.
Hoy esa percepción cambió radicalmente. La Fiesta de la Chilenidad no solo devolvió la confianza en que Chanco podía ser el epicentro de las celebraciones patrias, también instaló un orgullo que se proyecta en otros ámbitos.
“Esa transformación no se queda en septiembre. Se refleja en la infraestructura que hemos levantado, en proyectos que parecían imposibles y hoy están en marcha, en los espacios dignos que hemos recuperado para la gente. Chanco ya no mira con envidia a sus vecinos, ahora nos miran a nosotros como un ejemplo de lo que se puede lograr con trabajo serio y con visión comunitaria”, afirma el alcalde Marcelo Waddington.
Esa nueva identidad se siente en las calles iluminadas, en las sedes sociales que se construyen, en los programas de apoyo social, en los espacios culturales y deportivos que se proyectan, y en cada celebración que convoca con seguridad y respeto.
Como dice Luis Guzmán, Dideco de la comuna: “Lo más valioso es que las personas volvieron a creer. Ya no tenemos que salir a buscar dónde están las oportunidades. Hoy Chanco es el lugar donde esas oportunidades se construyen, y eso nos llena de orgullo como comunidad”.
La fiesta se consolidó como símbolo, pero el mensaje es más amplio: Chanco dejó de ser un espectador y pasó a ser protagonista. Porque ya no se trata de mirar si el pasto del vecino está más verde; ahora Chanco cultiva el suyo con fuerza, con identidad y con esperanza, y lo muestra con orgullo al Maule y al país.
Comentarios
Publicar un comentario