INICIATIVA IMPULSA AUTONOMÍA EN ADOLESCENTES DE PROGRAMAS DE LA RED DE PROTECCIÓN A TRAVÉS DE TALLERES FORMATIVOS
A través
de una alianza entre la carrera de Trabajo Social de la Universidad Católica
del Maule y el Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia,
se desarrolla la Escuela de Formación Semillas de Autonomía, un espacio
formativo dirigido a jóvenes en residencias y programas ambulatorios del
sistema de protección, con el objetivo de fortalecer sus habilidades para la
vida independiente.
El
programa contempla una serie de talleres prácticos distribuidos en tres líneas
temáticas: proyecto de vida y autoestima, redes de apoyo (académicas,
culturales, deportivas y laborales), y uso de tecnologías, enfocados en acercar
a los participantes a herramientas digitales que amplíen sus oportunidades de
desarrollo.
Además,
la iniciativa busca interiorizar a los jóvenes al entorno universitario,
facilitando visitas guiadas por el campus San Miguel de la UCM y brindando
información sobre opciones de estudios superiores o técnicos, abriendo así
nuevas posibilidades para su futuro académico y laboral.
“Estos
talleres se diseñan e implementan desde una metodología socioeducativa y
participativa, buscando generar espacios dinámicos, distintos al formato
escolar tradicional, donde los jóvenes puedan vincularse activamente y aportar
desde sus propios intereses y necesidades”, destacó Pilar Muñoz Figueroa,
académica de la Escuela de Trabajo Social UCM y coordinadora de la iniciativa.
Asimismo,
detalló que, “cada eje contempla tres sesiones, con ajustes y mejoras continuas
a partir de la retroalimentación directa de los asistentes”.
Primera
versión 2024
La
Escuela de Formación Semillas de Autonomía comenzó a desarrollarse a partir del
segundo semestre del 2024, edición en la que 10 adolescentes lograron
certificarse.
En la
ocasión, la directora regional del Servicio de Protección Especializada, María
Francisca Cabello Ibar, subrayó que “estas herramientas son fundamentales para
que los adolescentes, al alcanzar la mayoría de edad, puedan desenvolverse de
manera independiente. Integrarlos al ambiente universitario les permite
proyectar un futuro académico posible y los empodera para alcanzar sus metas
personales”.
Para
finalizar, la profesora UCM, Pilar Muñoz, hizo un llamado interinstitucional: “Invitamos
a los equipos profesionales de los distintos programas a sumarse activamente,
entendiendo que la colaboración es clave para avanzar en los planes de
intervención individual de cada joven, y para generar una apropiación real del
espacio universitario por parte de estos adolescentes”.
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