ESCUELA EL TROZO DE CAUQUENES: DE LA TALA DE UN ÁRBOL A COMUNIDAD EDUCATIVA

 





En el kilómetro 30 de la ruta M 890 del camino Cayurranquil en la comuna de Cauquenes, sector dedicado a la producción forestal a gran escala, y donde los lugareños se ocupan de la elaboración del carbón y recientemente, a la cosecha de frutillas, se ubica la localidad denominada El Trozo, nombre que se hizo costumbre en el lugar luego de talar un gran árbol y dejar a la orilla del camino parte del inmenso tronco.

Luego de un operativo cívico militar en la década de los 70’ y de la donación de un terreno por parte de una familia del sector, nace a fines de esa década la escuela El Trozo, establecimiento que, pese a llegar a contar con numerosos estudiantes en un momento, hoy desarrolla su labor con 23 alumnos, tres docentes y un asistente de la educación, donde resalta su sello ecológico y cuidado del medio ambiente.

Así lo indica su Director, Francisco Fuentealba, quien señala que ha sido un desafío bastante potente el trabajar en la escuela y asumir la dirección del establecimiento. “Mucho trabajo duro para salir adelante con todas las necesidades de nuestros estudiantes y trabajar para proyectarlos hacia un futuro mejor”, expresó el Director.

A esto añadió que se cuenta con cursos de 1° a 8° básico y una vez que se termina con la básica el establecimiento hace los nexos para que ellos continúen sus estudios en la enseñanza media “y ojalá profesional, ya que nuestro sueño es que el día de mañana sean grandes profesionales… se puedan proyectar y desarrollar y que sean un aporte a la sociedad”, dijo Fuentealba.

Este es el tercer año que desempeña su labor en la escuela El Trozo Camila Bustos, profesora de educación diferencial, “trabajar aquí en la escuela es gratificante, los niños entregan mucho amor, pero también es un desafío, ya que presentan diagnósticos complejos”.

En este sentido, se refiere a que como el establecimiento no cuenta con kínder, los estudiantes llegan muy descendidos a primero básico. Aquí también se aprecian algunas patologías, como, por ejemplo, la discapacidad intelectual moderada (DIM), donde se presenta muchas veces la situación de que lo enseñado en la mañana se olvida por la tarde.

A pesar de este tipo de casos el establecimiento se continúa poniendo desafíos, en el sentido de que todos los días se trabaja porque la educación que reciban las y los estudiantes sea la mejor y así el día de mañana sus estudiantes sean un aporte a su comunidad.

Producto del sello ecológico y cuidado del medio ambiente, el establecimiento desarrolla un taller de cultivo autosustentable a través de un invernadero, la plantación de árboles nativos y el reciclaje, reutilización y reducción.

También está el rescate de la cultura local, lo que se potencia a través de la realización de actividades donde se destaquen sus costumbres, y sus tradiciones, ya sea por medio de la literatura oral, como poesía, cuentos, el rescate de la música, danzas e incluso la preparación de recetas locales.

Esta labor permite también una mejor vinculación con el medio y la comunidad en general, es decir, trabajando articuladamente no solo con padres y apoderados, sino que también con la Posta del sector, la junta de vecinos y con la empresa Forestal Arauco.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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