Con una mirada crítica y reflexiva sobre el rol de la ingeniería en la
respuesta a desastres naturales, la Facultad de Ciencias de la Ingeniería de la
Universidad Católica del Maule (UCM) conmemoró este 14 de mayo el Día de la
Ingeniería con un acto académico titulado “A 15 años del 27F: Reflexión y
Desafíos desde la Ingeniería”.
La actividad convocó a autoridades universitarias y expertos en
ingeniería, arquitectura, geofísica y gestión pública, quienes compartieron sus
experiencias y aprendizajes tras el terremoto y tsunami del 27 de febrero de
2010, abordando desde distintos enfoques los desafíos que enfrenta Chile en
materia de planificación, resiliencia urbana y preparación sísmica.
El decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería UCM, Dr. Wladimir
Soto, abrió la jornada destacando el rol social de la profesión. “Nos reunimos
esta mañana no solo para reconocer el aporte histórico de la ingeniería al
desarrollo del país, sino también para reflexionar sobre su papel en la
construcción de un futuro más justo, resiliente y humano”, expresó. “El 27F
marcó profundamente a nuestro país y especialmente a nuestra región. Fue un
llamado urgente a revisar cómo proyectamos nuestro quehacer en un territorio
sísmico, desigual y en constante transformación”, añadió.
Entre los invitados estuvo el arquitecto Pablo Allard, quien integró el
equipo encargado de los planes maestros de reconstrucción post 27F. “A los
pocos meses ya se estaban entregando las primeras viviendas. Pero luego vino el
desafío del borde costero, donde se definieron zonas de alto riesgo, mitigadas
o habitables, lo que obligó a tomar decisiones complejas como expropiar
terrenos en Constitución para construir un parque de mitigación”, explicó.
Por su parte, el ingeniero civil Pablo Ivelic destacó la necesidad de
repensar la política habitacional del país. “Nos habíamos olvidado de nuestros
4 mil kilómetros de costa. Las familias no recuperan su normalidad solo con un
techo, sino cuando retoman sus redes, su vida barrial. Y eso no ocurre si las
sacas del lugar donde siempre han vivido”, reflexionó.
Estar preparados siempre
Desde la perspectiva científica, el doctor en geofísica Mario Pardo
enfatizó la urgencia de mejorar la preparación sísmica. “En 2010 teníamos muy
pocas estaciones sismológicas. El Servicio Sismológico recién se creó en 2012. Según las estadísticas, en Chile hay un terremoto de magnitud sobre 8,5
cada 100 años, 10 terremotos sobre ocho cada 100 años, 10 de magnitud siete o
mayor al año, 10 sobre seis al año y 100 sobre cinco. Debemos estar preparados, siempre”, advirtió.
En tanto, la ingeniera civil Clarissa Ayala, actual contralora UCM y ex
autoridad regional de vivienda, relató su experiencia como parte del equipo
público lideró el proceso de reconstrucción. “Gestionamos hasta los márgenes
posibles. Atendimos a 65 mil damnificados, y dimos solución a 54 mil familias.
Fue un proceso de gran aprendizaje y compromiso del equipo en terreno”.
Entre las lecciones compartidas, los panelistas coincidieron en la
importancia de comunicar la complejidad de las tareas, empoderar capacidades
locales, evitar el desarraigo de las comunidades, incorporar el diseño
arquitectónico como variable cualitativa, y pensar la infraestructura de
mitigación como parte de la vida social.
El encuentro concluyó con una invitación a repensar la ingeniería desde
una ética del cuidado y un compromiso con el desarrollo sostenible y equitativo
del territorio, en sintonía con los nuevos desafíos que plantea la crisis
climática y la creciente exposición a riesgos naturales.
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