LA RADIO: COMPAÑERA DE VIDA Y PILAR VITAL EN TIEMPOS DE EMERGENCIA




La radio, esa fiel compañera que nos ha acompañado generación tras generación, volvió a demostrar que en momentos críticos su valor es simplemente irremplazable. En una época dominada por tecnologías de última generación, basta que ocurra una emergencia para que todo colapse: internet, electricidad, comunicaciones móviles… Todo, excepto la radio.

Así lo reconoció recientemente la Unión Europea, que incluyó en su ‘Kit de Emergencia’ un elemento tan sencillo como vital: una radio a pilas. ¿La razón? La radio es el único medio capaz de seguir transmitiendo información esencial cuando todo lo demás falla. Una lección que Chile ya había aprendido hace casi una década, cuando la ONEMI promovió entre la población la adquisición de una pequeña radio de cartón, alimentada por energía solar, para afrontar catástrofes naturales.

La experiencia reciente de apagones en España, Portugal y parte de Francia demostró nuevamente que, ante el colapso de la red eléctrica y de internet, la radio se convierte en la mejor tecnología de emergencia: fiable, directa y humana. No es casualidad que otros países como México, India o Estados Unidos exijan que los teléfonos inteligentes incluyan receptores de radio FM. En situaciones de crisis, la información clara y oportuna salva vidas, y la radio es el puente que mantiene conectadas a las personas con su entorno y con la esperanza.

Más allá de la emergencia, la radio acompaña nuestras vidas en cada momento: en la casa, en el campo, en el trabajo o en el trayecto diario. Es el sonido de la cercanía, la emoción y la verdad, capaz de generar compañía en la soledad, de alegrar en días grises, de informar en medio del desconcierto.

Por eso, más que un medio, la radio es un servicio esencial para la comunidad. Su capacidad de adaptarse, su credibilidad y su instantaneidad la convierten en un bien que debemos proteger y valorar. Tener una radio a pilas en casa, más que una recomendación, es hoy una necesidad de sentido común: es tener al alcance una voz amiga que informa, guía y acompaña cuando más se necesita.

Cuidemos la radio, celebremos su existencia y nunca olvidemos su enorme poder: en la calma y en la tormenta, en el día a día y en la emergencia, siempre está ahí para nosotros. Porque en la vida, la radio no solo informa: también salva.

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