Proyecto busca el rescate y valoración de vides patrimoniales en la Región de O’Higgins





La tierra y sus raíces tienen historia, evolución y por supuesto patrimonio, el cual ha sido

preservado principalmente por pequeños agricultores. Las variedades antiguas utilizadas, los

procesos y los productos que estas generan son un patrimonio de alto valor que debe ser

rescatado en beneficio de nuestra sociedad.

Esta premisa permitió la elaboración y adjudicación de un Fondo de Innovación para la

Competitividad (FIC) por parte de INIA Rayentué quienes, en conjunto con varias entidades

colaboradoras, trabajarán por 2 años en identificar y estudiar el origen de las diversas cepas de

vides consideradas patrimoniales, así como los procesos y productos que estas generan los cuales

han sido preservadas por los pequeños vitivinicultores de las comunas de Doñihue, Chépica y La

Estrella, en la Región de O’Higgins.

El lanzamiento de este proyecto se efectuó en dependencias del Teatro Municipal de Chépica y

contó con la presencia de diversas autoridades, encabezadas por el director regional de INIA

Rayentué, Cristián Aguirre, el alcalde de Chépica, Fabián Soto y el representante del gobernador

regional, Carlos Cáceres, además del pleno de concejales de la comuna anfitriona, quienes

pudieron adentrarse en los alcances del proyecto en voz de su director, el investigador Boris

Sagredo, además de aprender más sobre las raíces patrimoniales gracias a la charla del destacado

historiador Fernando Mujica, quien expuso sobre “Antecedentes históricos de las vides de la

Región de O’Higgins”.

“Este proyecto busca mejorar las condiciones productivas de vitivinicultores de tres comunas de

nuestra región, mediante el rescate y caracterización de cepas patrimoniales propias de la zona,

implementación de riego tecnificado y mejora de los procesos enológicos tradicionales, para

aumentar el rendimiento y la calidad de sus productos vitivinícolas. Para su identificación y

caracterización genética se utilizará un grupo de nueve marcadores moleculares tipo

microsatélites (SSR), basado en reacciones de PCR”, señala Sagredo, quien es además biólogo

molecular y doctor en el área.

Una vez que se identifique el patrón genético de las vides locales, se compararán con bases de

datos nacionales e internacionales, lo que permitirá reconocer cepas o variedades antiguas

conocidas provenientes de Europa o no conocidas, que sean únicas en la región. Todas las cepas


serán propagadas y conservadas en jardines de variedades para su protección en el Centro

Experimental INIA Hidango en la comuna de Litueche y el Centro Regional INIA La Platina, donde

se mantiene la colección nacional de vides de nuestro país. Además, en un área municipal de la

comuna de Doñihue se mantendrá un jardín especialmente para su difusión y valoración social.

Por otro lado, las que presenten interés agronómico o enológico, serán seleccionadas para su

propagación y distribución según decidan los vitivinicultores beneficiarios del proyecto.

Sobre este rescate, el historiador experto en el área Fernando Mujica, señaló que “es importante

valorizar las cepas campesinas. Saber lo que los productores tienen en el campo creo que es algo

relevante de conocer, sobre todo porque es información que está recién comenzando a salir a luz,

y proyectos como este, que lo toman desde una mirada multidisciplinaria, vale decir desde la

historia hasta la genética, nos permitirá obtener resultados para compararlos con el resto del

mundo”.

El proyecto también tiene una arista social y cultural importante, toda vez que contempla crear

espacios de valoración patrimonial exposiciones de fotografía y audiovisual asociados a los

procesos y productos de los pequeños vitivinicultores, además de avanzar en la gestión de sellos

de origen. Para esto se habilitará un espacio en el área urbana de Doñihue, destinado a servir

como galería de exposición cultural y patrimonial.

Esta iniciativa tiene una inversión de más de $200 millones, a ser ejecutados en un plazo de 24

meses prorrogables según necesidades del mismo, y con impacto directo en 40 productores

pertenecientes a la Agricultura Familiar Campesina en las comunas ya señaladas, y un impacto

indirecto de alcance regional e incluso nacional, considerando el rescate histórico de estas vides

criollas.

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