Investigador de la Universidad de Talca lidera estudio sobre genes clave en el desarrollo de la frutilla comercial
La frutilla cultivada (Fragaria x ananassa) es un cultivo de gran relevancia agronómica y económica para Chile, especialmente en la Región del Maule. Comprender el papel que juegan ciertos genes en el desarrollo de sus frutos, tanto en condiciones normales como bajo estrés ambiental, es crucial para avanzar en la investigación científica de este sector.
En
este marco, un equipo de investigadores ha estado analizando los genes YABBY,
conocidos por regular el desarrollo tanto vegetativo como reproductivo de las
plantas. Sin embargo, su rol específico en el desarrollo de la frutilla
comercial sigue siendo un área poco explorada. "Los genes YABBY tienen un
papel importante en el desarrollo de las plantas, pero su función en la
frutilla, particularmente en su fruto y su respuesta a distintos estreses
ambientales, es aún poco conocida", explica el Dr. Carlos Figueroa,
investigador del Núcleo Milenio para el Desarrollo de Plantas Súper
Adaptables (MN-SAP)
y académico del Instituto de Ciencias Biológicas (ICB) de la Universidad de Talca.
El
estudio titulado “YABBY transcription factor family in
the octoploid Fragaria x ananassa and five diploid Fragaria species”, publicado en agosto de 2024 en la
revista Plant Biology, es pionero en ofrecer una caracterización
filogenética y genómica profunda de esta familia de factores de transcripción.
El análisis abarcó tanto la frutilla octoploide cultivada como cinco especies
diploides del género Fragaria. "Incorporamos distintas especies
como F. daltoniana, F. nilgerrensis, F. pentaphylla y F. viridis para
enriquecer el conocimiento sobre la variabilidad genética de estos factores de
transcripción", señala el Dr. Figueroa.
El
estudio reveló que el patrón de expresión de los genes YABBY es bastante
similar entre la especie octoploide F. x ananassa y la diploide F.
vesca, destacando una expresión diferencial en tejidos como hojas, flores y
frutos dentro de cada especie. "Estos hallazgos abren la puerta a futuras
investigaciones que podrían mejorar genéticamente las plantas de frutilla,
aumentando su tolerancia a estreses abióticos como la sequía o el frío",
añade el Dr. Figueroa.
Además,
algunos genes YABBY podrían estar implicados en la defensa de las plantas
frente a condiciones de estrés abiótico en conjunto con la síntesis de
metabolitos secundarios esenciales para su desarrollo. "Actualmente
estamos realizando experimentos con tomate para verificar cómo estos genes
responden ante estreses ambientales, lo que se alinea con las líneas de
investigación del Núcleo relacionadas con el estrés abiótico en plantas",
concluye el Dr. Figueroa.
Este
estudio, que también cuenta con la participación del Dr. Simón Ruiz,
investigador del MN-SAP y de la Universidad de Talca, marca un avance
significativo en la biología molecular de la frutilla y sienta las bases para
futuras aplicaciones en la agricultura.
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