En los próximos días, la denominada Ley Uber –oficialmente
Ley de Empresas de Aplicación de Transportes (EAT)– será publicada en el Diario
Oficial, iniciando así un proceso de implementación que cambiará de forma
significativa el funcionamiento de plataformas como Uber, DiDi y Cabify en el
país.
Según informó el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz,
tras su publicación, la ley entrará en vigencia en un plazo de 30 días. A
partir de ese momento, comenzarán a regir tanto disposiciones inmediatas como
medidas progresivas destinadas a fortalecer la regulación del transporte por
aplicaciones, mejorar la seguridad de usuarios y conductores, y establecer
estándares mínimos para los vehículos y choferes.
Cambios inmediatos y progresivos
Desde el primer día de vigencia, todos los conductores
inmigrantes deberán contar con su situación migratoria regularizada.
Paralelamente, el Ministerio de Transportes abrirá una mesa de trabajo con las
empresas para facilitar la implementación del nuevo sistema.
Durante los primeros seis meses, las aplicaciones deberán
registrar en una plataforma oficial los antecedentes de conductores y
vehículos, asegurando que cada chofer cuente con licencia de conducir, no tenga
antecedentes por delitos sexuales y cumpla con los requisitos legales.
En tanto, en un plazo de 12 meses, todos los conductores
deberán obtener una licencia profesional, tal como exige la ley. El ministro
aseguró que el sistema está preparado para absorber la demanda, ya que los
cursos necesarios no dependen de los municipios y no deberían colapsar.
Requisitos técnicos para los vehículos
La nueva legislación también establece requisitos
específicos para los automóviles que operen bajo estas plataformas. Entre
ellos, se exigirá que cuenten con al menos cuatro puertas, aire acondicionado y
alzavidrios eléctricos. Además, los vehículos deberán someterse a revisiones
técnicas cada seis meses, dado su uso intensivo.
Respecto a la antigüedad, se permitirá operar a vehículos de
hasta 10 años de uso, mientras cumplan con los requisitos técnicos
establecidos. A partir del año 12, deberán ser reemplazados, en línea con las
exigencias actuales para taxis.
Flexibilidad y control
A diferencia de las propuestas iniciales, la ley no limitará
la cantidad de conductores por vehículo, ni el uso de distintos automóviles por
un mismo chofer. Sin embargo, cada automóvil quedará asociado a una región,
aunque los conductores podrán operar en diferentes zonas.
Para el Gobierno, esta normativa representa un avance en
términos de seguridad, control y transparencia. “El foco está puesto en la
seguridad y la información. Queremos que tanto conductores como usuarios tengan
las mejores condiciones para operar y viajar, con medidas que prevengan delitos
y que permitan actuar de forma efectiva en caso de incidentes”, concluyó el
ministro Juan Carlos Muñoz.
Con esta ley, Chile avanza hacia una regulación moderna del
transporte por aplicaciones, equilibrando la flexibilidad del sistema con
mayores exigencias que buscan proteger a quienes lo usan y a quienes trabajan
en él.
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