DRA. MARÍA FERNANDA GÓMEZ, NEURÓLOGA DE ADULTOS, ESPECIALISTA EN TRASTORNOS DEL SUEÑO DE LA SOCIEDAD CHILENA DE MEDICINA DEL ESTILO DE VIDA (SOCHIMEV)
El horario que es mejor para
nosotros es el de invierno porque se alinea a nuestro reloj biológico. El reloj
biológico es una estructura cerebral que, sensando la luz, sabe cuándo tenemos
que estar despiertos. Si hay oscuridad nos permite liberar melatonina, que es
la hormona natural del sueño.
Entonces, el horario de invierno
permite tener más luz en la mañana y más oscuridad en la noche. Muy por el
contrario, es lo que sucede con el horario de verano, que hace que tengamos
demasiada oscuridad al momento de despertar. Se sabe que eso es perjudicial
tanto para el aprendizaje como para la calidad de nuestra vigilia y de nuestro
sueño. El inicio del cambio de hora se dio porque se creía que era una forma de
ayudarnos a ahorrar energía eléctrica. Actualmente, la evidencia ha mostrado,
que es absolutamente una falsedad. No sirve para el ahorro energético, por lo
tanto, no se sostiene mantener este cambio de hora.
Sin embargo, sí lo que habría que
hacer es mantener fijo el horario de invierno todo el año. Este cambio de hora
es el que tiene más fácil adaptación debido a que el fin de semana nos regala
una hora más de sueño, y además de eso, cambiamos hacia el horario que mejor se
alinea nuestro reloj biológico.
No se debe tener temor frente a
esta medida. Nos va a ayudar porque vamos a tener más luz en la mañana para
despertar, para que nuestro cerebro sepa que tiene que estar despierto y en la
noche nos va a regalar oscuridad que nos va a permitir liberar melatonina más
precozmente. Si es que, aun así, nos costara adaptarnos, lo ideal es mantenerse
haciendo ejercicio físico en la mañana, ya que nos facilitará tener un descanso
de mejor calidad y dormir más profundo.
Se debe evitar el consumo de
estimulantes después del mediodía (incluye café, té, mate), pues ciertas
sustancias nos pueden fragmentar el sueño y será de peor calidad. Si sentimos
sueño lo ideal es evitar las siestas en los adultos. Si se duermen siestas que estas
duren menos de media hora antes de las 3 de la tarde.
No obstante, destaco que la
adaptación a este cambio de ahora es muchísimo más fácil y el que es más
nocivo, y puede generar accidentes de tránsito, es el cambio al horario de
verano. En general, es más difícil los cambios de hora para los pacientes que tienen
trastornos de sueño de base, aunque este horario al estar más alineado con
nuestro reloj biológico podría beneficiar a varias personas, sobre todo va a
ser positivo para aquellas que tienden hacia el retraso de fase de sueño, que
suelen despertarse y dormirse muy tarde. A esta población les va a ayudar a
mover un poco su carril del reloj biológico y en general a los pacientes solo
recordarles que el cerebro en general se demora uno a dos días en ajustarse y
si esto ya se prolonga por más de tres a cinco días lo ideal es consultar a un
neurólogo/a.
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