En Chile, el cáncer cervicouterino sigue siendo una de las
principales causas de muerte por cáncer en mujeres jóvenes, solo superado por
el cáncer de mama. Según datos del Ministerio de Salud y la Agencia
Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC), cada año se diagnostican
aproximadamente 1.500 nuevos casos y cerca de 600 mujeres fallecen debido a
esta enfermedad.
El doctor Mauricio Cuello, ginecólogo oncólogo de Red Salud
UC CHRISTUS y profesor titular de ginecología y obstetricia de la Facultad de
Medicina de la Pontificia Universidad Católica, advierte que uno de los
principales factores que inciden en la alta mortalidad de esta patología es la
baja realización de exámenes preventivos. "Solo en 2023, alrededor del 70%
de las mujeres no se realizó el Papanicolaou y un 20% nunca se ha sometido a
este examen", señala el especialista.
Además del tradicional Papanicolaou, actualmente existen
pruebas de detección más sensibles, como el test del virus del papiloma humano
(HPV), que es el principal causante del cáncer cervicouterino. "La prueba
de HPV permite identificar infecciones persistentes de alto riesgo antes de que
se desarrollen lesiones precancerosas, mejorando la prevención", explica
el doctor Cuello. Asimismo, la investigación en biomarcadores moleculares y
pruebas genómicas está avanzando para detectar con mayor precisión qué lesiones
tienen más riesgo de progresar a cáncer.
El cáncer cervicouterino suele ser asintomático en sus
etapas iniciales, lo que hace que el tamizaje regular sea fundamental para su
detección temprana. Sin embargo, cuando la enfermedad avanza, pueden
presentarse síntomas como sangrado vaginal anormal, flujo vaginal con mal olor
o color anormal, dolor pélvico y molestias durante las relaciones sexuales.
El doctor Cuello enfatiza que la primera medida para
prevenir esta enfermedad es la vacunación contra el HPV, que en Chile está
incluida en el Programa Nacional de Inmunización y se administra gratuitamente
a niños y niñas en edad escolar. Además, recalca la importancia de realizarse
pruebas de detección, como el Papanicolaou o el test de HPV, ya que permiten
identificar lesiones antes de que se conviertan en cáncer.
Para facilitar el acceso a la detección temprana, se han
desarrollado kits especiales que permiten realizar la prueba de HPV de manera
autónoma. Sin embargo, es crucial que las mujeres sigan las recomendaciones del
Ministerio de Salud sobre la frecuencia de estos exámenes según su edad y
antecedentes médicos.
Finalmente, el especialista recalca que la información clara
y accesible sobre el cáncer cervicouterino es fundamental para fomentar
conductas preventivas en la población. La comunidad debe conocer la importancia
de la vacunación, el tamizaje regular y los factores de riesgo asociados a esta
enfermedad para reducir su incidencia y mortalidad en Chile.
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