Un reciente estudio realizado en la región del Maule arrojó datos alarmantes: el 87% de las mujeres encuestadas han vivido algún tipo de acoso a lo largo de su vida. La investigación, liderada por la ONG Matria Fecunda en colaboración con la Facultad de Psicología de la Universidad de Talca, también revela preocupantes cifras relacionadas con el abuso sexual y la violencia en contextos de salud.
El informe, basado en encuestas realizadas a 1.200 mujeres de diversas comunas, señala que un 37,3% ha sido víctima de abuso sexual, un 20,2% ha enfrentado violencia ginecológica y un 35,6% ha sufrido violencia obstétrica. Según los expertos, estas cifras pueden ser aún mayores debido a la normalización de ciertas prácticas y la falta de conciencia respecto a estos tipos de violencia.
Manuel Cárdenas, investigador principal, destacó cómo la violencia de género condiciona múltiples aspectos de la vida de las mujeres: “El acoso no solo es un fenómeno extendido, sino que afecta desde cómo se visten hasta los horarios y lugares en los que se sienten seguras. Es una realidad que no experimentamos como hombres, pero que define el día a día de las mujeres”.
Por su parte, Cristina Valenzuela, investigadora del Observatorio sobre Derechos Sexuales y Violencias de Género de Matria Fecunda, hizo un llamado urgente: “Es fundamental fomentar una cultura de respeto hacia la autonomía y el derecho de las mujeres a decidir una vida libre de violencias, especialmente en los ámbitos de la salud sexual y reproductiva”.
Falta de apoyo psicológico y presión en las relaciones
El estudio también destacó la insuficiencia de apoyo psicológico para las víctimas: solo un 14% de las mujeres que han sufrido violencia ha recibido tratamiento en salud mental, mientras que un 40% expresó necesitar ayuda, pero no pudo acceder a ella por barreras sociales y estigmas.
Además, 3 de cada 10 mujeres encuestadas reportaron haber enfrentado presión o coerción por parte de sus parejas para mantener relaciones sexuales. Según los investigadores, esto refleja la urgencia de avanzar en la educación sexual integral. “La falta de educación sexual impacta directamente en el conocimiento que las mujeres tienen sobre sus límites, privacidad e intimidad, así como en su capacidad para comunicarlos”, explicaron los expertos.
Ana Cecilia Retamal, directora del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género en la región del Maule, subrayó la importancia de los datos revelados: “Contar con cifras obtenidas a través de un estudio serio nos permite mejorar la gestión y desarrollar políticas públicas ajustadas a la realidad de la región. Este es un paso esencial para abordar las necesidades de las mujeres maulinas”.
Este estudio, al visibilizar una problemática estructural, abre el camino para profundizar en las acciones necesarias para garantizar una vida libre de violencia y promover el respeto por los derechos de las mujeres en la región del Maule.
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